Considero que la limitación que establece un precio mínimo de 2.500.000 para la venta de jugadores cuyo valor es de 5.000.000 resulta contraproducente. En la actualidad, existe una abundancia de jugadores en ese rango de valor, lo que reduce el interés de los compradores. Regular el mercado con precios mínimos no solo desincentiva las transacciones, sino que también genera acumulación de jugadores que no tienen salida.
En mi caso particular, tengo varios jugadores con valor de 15.00 o 16.00 que no puedo vender ni siquiera por un precio significativamente menor, y tampoco resulta conveniente enviarlos a la banca simplemente para deshacerme de ellos. Este tipo de restricciones limita la dinámica del mercado y perjudica a quienes buscan mayor flexibilidad en la gestión de sus plantillas.