Juega mejor cuando entra al partido como suplente en el segundo tiempo, pero peor cuando se encuentra entre los titulares. Recibe el máximo de experiencia por partido cuando juega al menos 15 minutos.

Juega peor cuando su equipo está perdiendo.

El jugador comete menos faltas y recibe menos tarjetas amarillas y rojas.

Es más probable que intercepte un centro o disparo al arco cuando él se encuentra en la misma zona que el tirador (pero afuera del área grande) o, en eventos de tiro de esquina, en cualquier lugar.